sábado, 26 de julio de 2008

Artículo sobre algunos de los problemas que se encuentran las personas con movilidad reducida. Amparo Vázquez

El ayuntamiento de Sevilla la Nueva me han dado la oportunidad de escribir en este periódico para dar a conocer una campaña de concienciación social que pretende eliminar las barreras físicas que se levantan diariamente en nuestro pueblo.


¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

Los aparcamientos de discapacitados son ocupados diariamente por los "capaces" representando una actitud antisocial y, en algunos casos, despectiva hacia las personas con movilidad reducida.

Los que ocupan las plazas de aparcamiento reservadas para discapacitados quizá no se hayan parado a pensar en la sensación de angustia y frustración que nos crean.

A veces nos arriesgamos a esperar a que regresen porque sus luces intermitentes nos quieren decir que volverán en cinco minutos pero el tiempo pasa, tenemos que desistir y marcharnos con un gran sentimiento de impotencia a buscar otro lugar donde seguramente estemos tan lejos que no podamos llegar al lugar donde queriamos ir.

No llevamos una bola cristal para adivinar si los coches mal estacionados van a estar sólo unos minutos, media hora o dos horas. Lo que he aprendido con los años es que si la plaza está ocupada, con o sin intermitentes, debemos irnos para no desgastar nuestra paciencia. A veces mi marido opta por dejarme aparcada en mi silla o me quedo en el scooter, haga frio, lluvia o viento hasta que él encuentra otro aparcamiento.

Otras veces no respetan el sitio a lo ancho, por lo que no podemos bajar la silla o salir del vehículo porque el de al lado está ocupando medio espacio del reservado para minusválidos.

Muchos coches o furgonetas invaden los rebajes de las aceras, los pasos de peatones y para los que utilizamos silla de ruedas estas acciones se convierten en otro muro infranqueable que nos hace rozar la exasperación.

Lamentablemente también ocurre que algunos familiares de usuarios de las tarjetas de movilidad reducida abusan de ellas usándolas cuando no llevan a la persona que tiene la discapacidad física pero ese es otro tema moralmente más delicado.



Las personas con discapacidad física conocemos y aceptamos nuestras limitaciones pero no por ello vamos a dejar de tener ilusiones, planes y proyectos. Nos gusta hacer las mismas cosas que a los demás. Nosotros también reímos, nos gusta tomar nuestras cañitas, comprar, ir al ayuntamiento para arreglar papeles, ver las fiestas de nuestro pueblo etc. pero a veces todas estas cosas no nos dejan hacerlas debido a las barreras, dificultades y condicionamientos haciendo mermar nuestras ilusiones y la de nuestras familias.

Desde este periódico os proponemos que nos ayudéis a eliminar esta barrera y os unáis a la campaña de concienciación social en defensa de los espacios de aparcamiento para minusválidos.

Sí queréis colaborar como "agentes morales de educación social para que se respete los espacios de discapacitados" solo tenéis que copiar la multa moral de la página, hacer fotocopias o recogerlas en el ayuntamiento, centro de salud, biblioteca, servicios sociales, concejalía de la mujer y distribuirlas en aquellos sitios donde veáis un coche en un espacio reservado para minusválidos y que no tenga la tarjeta.

No son necesarias palabras, ni broncas ni agresividad…solo dejar la multa moral y permitir que cada "infractor" "reflexione" y antes o después tome conciencia de los problemas que ha creado con su comportamiento a las personas con movilidad reducida.

Si queremos vivir en una sociedad más libre y comprometida con los derechos de igualdad para todos sus ciudadanos, no nos podemos permitir sentir resignación, ni vergüenza, ni miedo, o dejadez ante este tipo de barreras construidas por individuos que sufren de una concienciación social reducida.

Mi gran amiga Amelia de la asociación www.muycapaces.com que están realizando la misma campaña de concienciación en Miraflores de la Sierra dice: " Para cambiar la sociedad solo se necesita una voluntad decidida y tenemos que acostumbrarnos a denunciar a los coches que aparcan en los espacios reservados para discapacitados. Es un derecho y un "trabajo" que podemos realizar TODOS en beneficio de un mundo sin barreras. . Solo así la sociedad tomara conciencia que determinados sectores de la población requieren de una infraestructura diferente para desenvolvernos plenamente como ciudadanos."

No estamos pidiendo privilegios gratuitos ni compasivos o tratos de favor. Todos los que tenemos las tarjetas de movilidad reducida tuvimos que pasar por un TRIBUNAL médico. Sólo pedimos a los "capaces" que respeten las plazas destinadas a las personas con discapacidad física.


Os animo a todos a uniros a esta campaña de concienciación social y a actuar en beneficio de otros que quizá no puedan, no sepan, o no tengan los medios para reclamar su espacio. Así unos con otros eliminaremos de nuestra sociedad, una discapacidad de tinte moral que no se ve con los ojos pero que muchos la sentimos con impotencia y frustación. Con la ayuda de TODOS podemos hacer el camino de una vida más justa donde se respeten los derechos de todos sus ciudadanos independientemente de la raza, el sexo o la condición física.

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